JACK MA, STEVE JOBS Y J. IVE

La salida de Jonathan Ive de Apple, tras más de 20 años, marca el fin de un ciclo para la compañía más popular de la historia reciente. Ive, que diseñó desde el Imac hasta los más recientes Airpods, anunció su salida de Apple para fundar su propio estudio de diseño: LoveFrom.Su salida no debe leerse como un hecho aislado, sino que habla de los importantes cambios que se están produciendo dentro de la corporación.

Hace poco tuve la suerte de conocer a Ken Segall, que fue, durante 20 años, director creativo de Apple y que dirigió la famosa campaña publicitaria Think Different, y a James Hardy, antiguo director para Europa de Alibaba, el gigante del comercio electrónico. Tuvimos la oportunidad de debatir, en medio de una buena comida y un buen vino, los estilos de liderazgo de Jack Ma y Steve Jobs.

La excéntrica personalidad de Jobs ha sido el tema de muchos documentales, películas y la aclamada biografía de Walter Isaacson. La mayoría de estas representaciones se han centrado en la reputación de Jobs de ser un líder despiadado. Uno que es conocido por su duro trato a los empleados, a veces incluso cruzando la línea de la crueldad. Creo que esto pasa por alto aspectos cruciales de su estilo de liderazgo.

Trabajos orientados al detalle, pragmáticos Ma

Se ha hablado mucho de la atención al detalle presente en los productos de Apple. Incluso en aquellas partes que no son visibles para el usuario final, la implacable atención a cada aspecto estético es impecable. Este enfoque orientado al detalle procede del propio Jobs, que ha sido tachado de obsesivo del control por muchos de sus anteriores colegas.

Por otro lado, Jack Ma es conocido por su pragmatismo: valora la funcionalidad por encima de todo, no la estética. Basta con echar un vistazo al sitio web de Alibaba para darse cuenta de que el diseño y el aspecto visual no ocupan un lugar destacado en las listas de tareas de Ma. Está más centrado en establecer la visión y ejecutarla de forma impecable.

Ma el humilde, Jobs el explosivo

Aunque Ma es una de las personas más ricas del mundo, no ha olvidado sus humildes comienzos. Sus entrevistas denotan su estilo de liderazgo humilde y sereno, algo que el propio Hardy corrobora, pero también destacan su implacable determinación y voluntad de hacer que las cosas sucedan. Aunque algunos puedan considerar estas actitudes como "blandas", ello no ha impedido a Alibaba conseguir resultados extraordinarios.

Por otro lado, Jobs ha sido retratado en las películas como arrogante y explosivo. Sin embargo -y esto ha sido pasado por alto por tales representaciones- su intensa y explosiva personalidad se mezclaba con los rasgos de un líder verdaderamente inspirador. Estas tensiones entre la dureza y la amabilidad, la dominación y la inspiración, el control implacable y el fomento del florecimiento creativo le permitieron sacar lo mejor de sus empleados. Los llevó más allá de sus límites, es cierto, pero también sacó lo mejor de ellos. Sin estas complejas paradojas y tensiones ejercidas por Jobs, es probable que el mundo se encontrara hoy sin el beneficio que han creado los revolucionarios productos de Apple.

Al contrastar los estilos de liderazgo de Jobs y Ma, llego a una conclusión: no hay una fórmula infalible en cuanto a los estilos de liderazgo, pero se pueden encontrar algunos puntos en común entre estos líderes empresariales de talla mundial. Tanto Segall como Hardy coinciden en que Jobs y Ma comparten los siguientes rasgos de liderazgo: visión, confianza en sí mismo, pensamiento estratégico, comunicación y capacidad para motivar a sus empleados.

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Tanto Alibaba como Apple han demostrado ser empresas extraordinarias, con estándares y resultados de alto rendimiento. Han llegado a estos niveles gracias a la dirección de líderes que, aunque comparten rasgos de liderazgo, actuaron de forma diferente.

Muchos creen que Apple está en una espiral descendente. Afirman que tras el fallecimiento de Steve Jobs no ha sido capaz de estar a la altura. Para ellos, la marcha de Ive es una prueba de ello. No estoy de acuerdo; dos tercios del valor de Apple se han creado tras la muerte de Steve. Creo que la marcha de Ive no es un signo de fracaso, sino de reinvención, de evolución. Apple ha estado integrando silenciosa -e inteligentemente- servicios a su cartera, complementando sus productos de clase mundial (una categoría que sin duda han liderado durante muchos años). Sólo en el último trimestre, los ingresos relacionados con los servicios fueron de 11.500 millones de dólares. En ese sentido, separarse de Johny Ive tiene sentido (tanto para Ive como para Apple).

La verdadera valía de un líder no viene dictada por lo bien que funcione la empresa bajo su mando, sino por lo fuerte que siga siendo años después de su marcha. Parece que Jobs logró esto. Apple está lejos de estar muerta, sólo está entrando en una nueva etapa.

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